La Cepa de cultivo del Kombucha presenta una forma aplanada formadas por discos o láminas de color blanquecino, membrana resbaladiza y de consistencia dura. Un cultivo sano es imposible dividirlo con las manos.
Olor fuerte y penetrante semejante al vinagre de sidra. El color de los sedimentos en el té es de aspecto turbio, generalmente de color marrón
variando del surtido de tés que se emplee para su elaboración.
El té de Kombucha presenta un sabor muy parecido al mosto de manzana o sidra, la bebida fermentada tendrá unas pequeñas burbujas parecidas al anhídrido carbónico de las bebidas refrescantes que actualmente se comercializan, se dice que la bebida está rancia o pasada primero, al carecer de estas burbujas y segundo al notar en la misma un sabor y olor fétido semejante a la leche cortada.
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